Kundalini Yoga
Existe una idea preconcebida muy extendida sobre la meditación, según la cual, aprender a meditar es aprender a relajarse, calmar la mente o producir un estado de paz. Estas nociones tienen parte de verdad y son algunas de los efectos que se producen cuando meditamos, pero no son el objetivo de la meditación. La finalidad de la meditación es limpiar el subconsciente, es hacernos conscientes de todo aquello a lo que no podemos o no solemos acceder en el estado de consciencia ordinario. Meditar es el proceso por el que profundizamos en el conocimiento de nosotros mismos, para sacar a la luz y así comprender y aceptar todas las facetas que nos conforman, todos nuestros aspectos y nuestra memoria.
Asanas
Es el especto más visible y evidente del yoga. Son las posturas físicas que mantenemos en estático o en movimiento. Con ellas, ejercitamos el cuerpo para mantenerlo sano y limpio, desarrollando aspectos como la fuerza o la flexibilidad, y también nos preparan para la meditación.
Mantras
Son fórmulas o pequeñas oraciones que se recitan, se cantan o se repiten mentalmente. Nos ayudan a concentrarnos durante la práctica y también son una meditación en sí misma, pues tienen efectos concretos.
Meditación
La meditación tiene una importancia fundamental en Kundalini Yoga. La práctica del Kundalini Yoga en sí misma es meditativa, puesto que en cada clase trabajamos de una manera consciente el foco de atención de la mente. No obstante, no solamente buscamos silenciar la mente, queremos aprender a utilizarla de manera que sea un instrumento que nos ayude en nuestras vidas y no sea un obstáculo. También queremos aprender a hacer que pierda fuerza y presencia, de manera que nos hagamos más sensibles a otro tipo de anhelos y deseos más profundos y así, vivir de una manera más coherente con lo que realmente somos y queremos.
Mudras
Son las posiciones de las manos. Con los mudras trabajamos elementos como la coordinación y estimulamos áreas del cerebro concretas. Los mudras nos ayudan a reforzar aquello que queremos desarrollar en cada clase.
Pranayamas
Son los patrones de respiración. Aprendemos diferentes tipos de pranayama, de manera que vamos aumentando nuestra capacidad respiratoria, aprendemos a respirar correctamente y experimentamos el propósito de cada uno de ellos y a utilizarlos en nuestro día a día.
Todos estos elementos se sincronizan en una práctica que trabaja de manera integral todos los sistemas que conforman en Ser.
En Kundalini Yoga, cada clase es diferente porque cada práctica está orientada a trabajar un aspecto concreto, como el sistema nervioso, el sistema linfático, el hígado, la voluntad, la autoestima, la aceptación, etc. Hay cierta estructura que comparten todas las clases y que nos permite observar con el tiempo la evolución que experimentamos al convertir la práctica en un hábito.
Las clases se personalizan hasta cierto punto, facilitando así que cada persona tenga una experiencia genuina respetando el punto de partida real de cada uno. En definitiva, lo que se busca es mejorar la calidad de vida de cada persona, sintiéndose mejor consigo misma y ganando salud en todas dimensiones que le conforman. Con el tiempo y la práctica, va cambiando la percepción de nuestros propios límites, y las sensaciones de serenidad, aceptación y libertad, van ganando espacio en nuestras vidas.
«Yoga es la práctica de tolerar las consecuencias de ser tú mismo.» Bhagavad Gita
Clases
Tu profesora
Laura Romero
Profesora de Kundalini Yoga y meditación.
El Kundalini Yoga llegó a mi vida y se instaló en ella para siempre. Comenzó como una práctica que realizaba asistiendo a clases dos días en semana. Sin embargo, poco a poco fue calando hondo y, tres años después, decidí hacer el curso de Formación de Profesores en Yoyyoga, con la motivación de profundizar en la práctica y la filosofía del Kundalini Yoga. La formación fue determinante y transformó completamente mi forma de observarme y sentirme. Tuve profesores maravillosos (Irene Navarro primero, después Ignacio Sáez, Leticia Martínez), a los que les estaré siempre agradecida por enseñarme todo lo que saben con humildad y amor, y de los cuales sigo aprendiendo constantemente. En esos intensos años, aprendí que el Yoga realmente nos lleva a la simpleza, para vivir de forma más libre y consciente, sanando heridas antiguas, dejando atrás patrones viejos que nos limitan, permitiendo el desarrollo y expansión del ser. La profunda gratitud que siento hacia el Kundalini Yoga y hacia mis profesores, es lo que genera en mí el deseo de ser un canal para facilitar a otras personas la oportunidad de tener esta experiencia.